Pueblos con misterio

Planificar un viaje significa el placer de investigar, informarse sobre las costumbres, buscar lugares exóticos y descubrir perlitas como por ejemplo tres pueblos misteriosos en Italia.

Recorrer Italia… pero lejos del Coliseo, o un poco más allá de los canales de la ciudad de las góndolas y encontrarse con pueblos y rincones escondidos y “secretos” de un país que seguramente hay que visitar al menos una vez en la vida: un caserío que parece colgado entre una cascada y un lago, una isla llena de colores un poco alejada de la concurrida Venecia, un pueblo adaptado a una estrecha entrada del mar, otro en una colina. Todos son puntos del mapa para apuntar, y hasta inspirarse a un viaje más allá de los tópicos turísticos de la bella Italia:

Nesso parece un pueblo colgado, adosado a una pequeña garganta y con un río y cascada que cae entre medio de las casas al Lago di Como. Está en la región de Lombardía, en la accidentada desembocadura de un arroyo hacia el lago, punto donde confluyen dos cursos de agua que caen entre las rocas en forma de cascada. Un antiguo puente romano une las dos orillas entre el arroyo, que con la caída de agua hace de banda sonora eterna para las casas.

Tal vez el pueblo más escondido de Italia es Furore, se lo conocía como “el pueblo que no existe”, y es que situado entre un fiordo entre colinas abruptas, muchas veces los viajeros pasaban por la carretera en altura sin descender a él. Furore no tiene una plaza central, o calles que conducen a ella. Las casas están colgadas en la roca y dan a una playa escondida, también entre las más bonitas de Italia en la costa de Amalfi.

Bagnoregio es más bien una auténtica reliquia en lo alto de una colina amesetada. De tan despoblada y en descenso, la llaman incluso la “ciudad que muere“. Por si fuera poco, situada a 443 metros sobre una colina arcillosa en proceso de erosión acelerada por la lluvia y el viento. Para saber más, solo hay que ponerse a investigar y planificar el próximo destino.

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