Título de sección "Conceptos"

La importancia del trato personal

Por Graciela Pitta

Lo suyo fue “amor a primera vista”. A Gaspar González la actividad aseguradora lo atrapó desde el comienzo allá por la década del cincuenta cuando ingresó a trabajar como cadete en Chaco Argentino. José Orlando Fernández Monti, amigo de la familia, le propuso el empleo en  la compañía y fue quien le ayudó a formarse y dar los primeros pasos en una profesión que lo sedujo desde el primer momento. Hoy, con una trayectoria de más de 50 años, Gaspar González lidera la Organización González, Caserta & Jordana, una empresa familiar que en sus comienzos compartía con su esposa Beatriz Caserta, y a la que actualmente se sumaron su hija Mariana  y su yerno, Gastón Jordana. Sobre su escritorio se puede observar una placa de reconocimiento que le entregó una aseguradora por su trayectoria, junto a la foto de sus pequeños nietos Francisco y Bautista, que son una “potencial promesa” de continuidad de la empresa que fue creciendo año tras año. Gaspar González disfruta día a día con su actividad y se fue adaptando a los cambios impuestos por el mercado. Acepta la tecnología como una herramienta importante para el desarrollo de sus tareas, aunque es un defensor acérrimo del trato personal y confiesa que aún conserva su Olivetti para determinadas tareas. Honestidad, ética y excelente comunicación fueron principios fundamentales durante su trayectoria y éxito profesional.

Al terminar el colegio secundario, un amigo de la familia, José Orlando Fernández Monti, que es como si fuera mi hermano mayor, me hizo ingresar a la compañía Chaco Argentino y me ayudó en la formación profesional. Fue mi maestro. La profesión me atrapó desde el comienzo, estudié mucho y continué capacitándome en todo lo vinculado al seguro. Comencé como cadete, hice toda la carrera en Accidentes personales y llegué a ser jefe”, comentó Gaspar González.

Entre los cambios que se sucedían en el mercado en la década del setenta, Chaco Argentino necesitaba respaldo para garantizar la continuidad laboral. En ese momento Gaspar González ya era jefe de Accidentes de trabajo, y tomó la decisión junto a sus pares de salvar a la compañía hipotecando sus casas para darle respaldo a la empresa. Luego de varias gestiones, la compañía finalmente se vendió.

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En ese momento su amigo Monti se fue a otra aseguradora y muchos del grupo lo siguieron. Gaspar González trabajó durante un tiempo como productor dependiente de la nueva compañía junto a Monti, y recuerda como anécdota que: “Recibía llamados de los clientes y cuando había que hacer la clasificación anual de los empleados, mi jefe me calificaba excelente en todo, pero me señalaba que  hablaba mucho por teléfono, pero ¿cómo iba a hacer la clientela?”, recuerda González

“Siempre me gustó esta profesión. En esa época armábamos las pólizas con sus cláusulas y también me ocupaba de visitar a los enfermos en los sanatorios. Ese trato humano me hacía sentir que valía la pena seguir adelante a pesar de todos los inconvenientes y, a veces, ingratitudes que se pueden tener, “agregó.

Cuando nuevamente la compañía se vendió, Gaspar González se independizó como Productor y la organización hoy trabaja casi en forma exclusiva para una aseguradora reconocida del mercado, y en menor proporción con otras tantas para cubrir en su totalidad las necesidades de sus clientes.

Con relación a los productores que recién se inician en la profesión, Gaspar González  comentó que:” En este momento los productores jóvenes quieren hacer caja rápido porque creen que se gana muchísimo dinero y no consideran que hay gastos, contras y mucha competitividad. Les sugiero que se capaciten, estudien, sean leales y que visiten a la gente. Menos tecnología y más presencia. No estoy en contra de la tecnología, pero me parece que el dialogo personal es más importante.

Además, destaca la importancia de ser leales con las empresas y los clientes: “no hay que meterse en negocios raros con el afán de crecer. La confianza y la honestidad hace que los clientes te recomienden boca a boca, además están muy informados sobre los seguros y saben que compañias son solventes o no, a pesar de lo que uno les pueda decir.”

Durante su trayectoria esta profesión le permitió cosechar relaciones de amistad de muchos años, tanto con ejecutivos de las aseguradoras, como con sus clientes, y asegura que de la relación con las aseguradoras, valora el trato personal: “El diálogo permanente con los directivos  es lo que uno anhela para tener una buena relación,  y  poder, por ejemplo, mejorar las cotizaciones para conformar al cliente, porque la competencia es bastante grande”, comentó Gaspar González

Con relación a la tecnología, si bien reconoce su importancia, sostiene el valor del estar cara a cara: “Me llevo bien con la tecnología, -aunque para algunas cosas sigo con mi máquina Olivetti- es importante y cada vez se supera más. Pero estoy a favor del dialogo con el cliente porque considero que uno aclara más cosas personalmente, y ese es el rol del productor. Del mismo modo con las aseguradoras, rescato la importancia de poder reunirse y hablar sobre una cobertura o el problema que sea, y no utilizar tanto la PC,” aseguró González.

Con relación a la actualidad del mercado asegurador, Gaspar González estima que este será un buen año para el rubro transportes, caución y vida individual y colectiva. En tanto que deja su inquietud sobre un tema que se viene tratando desde hace tiempo: “En los seguros de 0Km que salen con créditos prendarios, aún no se permite la libre elección del productor de seguros, y es sabido que el costo de la contratación de la póliza a través del banco es más caro que a través de un productor, y cuando un cliente compra un automóvil con esa modalidad, lo perdemos hasta que cancele el crédito,” concluyó Gaspar González.

 


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